El artista contó que “el perro es un símbolo que lo asocio mucho a Resistencia y al predio mismo de la Bienal, por los perros que siempre nos acompañan y dan vuelta por acá. El perro con una flor en la boca es como un regalo que ellos nos dan”.
Durante la última Bienal Internacional de Escultura los visitantes tuvieron la posibilidad de elegir el nombre para esta obra, en el marco de un concurso. De todos los nombres propuestos, sorteo de por medio, el favorecido fue: Chaquito, elegido por Julieta Aguirre.