El empresario Alejandro Fischer y su esposa Fátima Rigassio se entregaron este miércoles al mediodía, y quedaron detenidos, a disposición de la Justicia Federal, en el marco de la causa que investiga un presunto lavado de activos, enriquecimiento ilícito y asociación ilícita.

La pareja, que estaba prófuga desde el martes a la mañana, luego de que la jueza federal Zunilda Niremperger ordenara su detención, se presentó en horas del mediodía, en la sede de la Policía Federal, por la calle Colón al 200.

Según trascendió, Rigassio pediría la eximición de prisión o la domiciliaria, bajo el argumento de que tiene dos hijos menores a quienes cuidar. Ese planteo deberá ser resuelto en las próximas horas por la jueza.

Fischer es el dueño de la empresa PIMP S.A., aunque la firma estaría a nombre de su esposa.

Así, Fischer y Rigassio se suman a Jacinto Sampayo, Facundo Sampayo y Mónica Centurión, quienes están detenidos desde el martes, tras la serie de allanamientos que ordenó la jueza por pedido del fiscal Patricio Sabadini.