Algunos hablan de que el pan se va a 70 u 80 pesos, y es una locura. Sólo los agoreros pueden decirlo. Como institución, tenemos la responsabilidad de llevar tranquilidad al público consumidor", resaltó Diego Ballesta, presidente de Centro de Industriales Panaderos del Chaco. En el panorama que dio sobre la situación del sector y los aumentos en el kilo de pan, marcó los recurrentes incrementos en los costos de producción.

El dirigente recordó que hace una semana participó de la reunión nacional de las entidades que representan al sector en las distintas provincias, que tuvo lugar en Salta. "Viendo la situación, llegamos a la conclusión de que las dos provincias que más barato tenemos el pan somos Chaco y Corrientes, pese a que los costos son los mismos en todo el país", afirmó en declaraciones a radio Universidad. Y aseguró que aquí existe “más prudencia a la hora de subir los precios, porque entendemos la situación del público consumidor".

Ballesta recordó que entre 45 y 55 pesos es el precio promedio sugerido al público del kilo de pan, un margen que varía según el lugar de la provincia. "Son 35 los rubros que influyen en el costo de producción", explicó, y mencionó a ítems como salarios, harina, gas, lo que suma un costo de 42 pesos. "Desde ahí cada panadería fija su margen", precisó.

Dijo a la vez que existe una amplia variabilidad en el precio de las facturas, lo que es consecuencia de su elaboración y los insumos que cada panadería utiliza.

La competencia clandestina

"Aquel que venda el kilo de pan por debajo de los 40 pesos tiene alto riesgo de perder dinero y rentabilidad. De hecho, hay panaderías que cerraron, que fabricaban el pan en la clandestinidad sin bocas de venta al público, pero sí distribuían en quioscos y otros lugares de reventa de pan", relató Diego Ballesta. Y agregó: "Es algo que, estamos convencidos, no tiene solución. Nosotros exigimos que haya control pero los mismos no son efectivos por parte del gobierno provincial y municipal".

Al margen, advirtió que las panaderías que tienen a su personal registrado y todo en regla están teniendo retrasos en los pagos de cargas sociales y otros impuestos, lo que genera "una gran preocupación".

De igual modo mencionó a las negociaciones paritarias. "El 15% de incremento que se discute fue dado en dos partes: un 10% de aumento para mayo y un 5% para agosto. No es para todo el año. Ese porcentaje supera a la inflación para esos cuatro meses", enfatizó, y resaltó así que "la gente no pierde poder adquisitivo". "Falta ver los otros seis meses del año cómo serán los acuerdos a tono con la evolución de la inflación", concluyó Ballesta.