El remo, una disciplina siempre exitosa para Argentina, abrió el medallero de los Juegos de la Juventud para la delegación nacional con el bronce obtenido este martes en la final del par doble sin timonel que se disputó en el Parque Urbano.

Tomás Herrera y Felipe Modarelli confirmaron su poderío y subieron al último escalón del podio tras una cerrada final que ganó Italia delante de Rumania. Con tun registro de 1.30.97, la embarcación albiceleste quedó a sólo 22 centésimas de la plata y a 57 del oro. Cuartos quedaron los de Uzbekistán.

Minutos antes habían alcanzado la clasificación a la final tras quedar segundos en la semi 1 detrás de la pareja uzbeca.

Pese a ser día laboral y con horarios que pueden complicar, hay largas esperas para ingresar a los diferentes pabellones y estadios. Con ese marco, colmando los accesos del Dique 3 de Puerto Madero, el remo sigue su rumbo hacia la gloria.

También protagonizó una gran tarde María Sol Ordás, que se metió en semifinales del single scull gracias a un registro de 1.45.14, el segundo mejor de todos, y sigue en carrera por la dorada.

En deportes de combate la historia fue diferente. Joaquín Burgos, en la categoría hasta 100 kilos, perdió por ippon en el debut ante el georgiano Ilia Sulamanidze y luego no pudo acceder a la pelea por el bronce. En el primer repechaje venció al mexicano Julián Gutiérrez por un waza-ari en un ajustado combate, y en el siguiente fue eliminado por el esloveno Rok Pogorevc por acumulación de faltas.

Por su parte, Ramiro Ravachino, en taekwondo hasta 63 kilos, no pudo superar la primera lucha ante el surcoreano Wonhee Cho, quien se impuso por 41-21 luego de los tres rounds disputados en un Pabellón Oceanía repleto y que alentó como si se tratara de la final por el oro.

"La sensación del aliento de la gente es hermosa, esto es el principio de todo", le dijo a ámbito.com tras su competencia.

Desde las 18, Delfina Pignatiello, la gran estrella del equipo argentino, intentará demostrar su enorme figura en los 800 metros libres de natación. No le será fácil: a su lado estará la húngara Ajna Kesely, su gran rival.