La tropilla compuesta incluso por un potrillito entró por los portones del nosocomio y comenzó a recorrer el parque en busca de alimento en los pastos. También husmeearon en los contenedores y hasta se adentraron en las pérgolas y sectores de descanso de los familiares.
Algunos husmearon en los pabellones y fueron espantados por los empleados, no sin antes causar alarma por la presencia de animales en un centro hospitalario, con el riesgo sanitario que ello importa.
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