En julio se cumplieron ocho años del femicidio de Eli Verón, el primer asesinato machista en ser caratulado como tal por parte de la Justicia en la Ciudad de Corrientes.

El hecho se convirtió en la punta de lanza para que el Estado empiece a tomar cartas en el asunto respecto a la violencia de género en la provincia, empujado por las organizaciones feministas que visibilizaron la problemática en las calles y en los medios.

El femicida Adrián Sosa García, quien fuera pareja de Eli, había sido condenado a prisión perpetua el 27 de marzo de 2015. Si bien en principio fue alojado en la Unidad Penal N° 1, para “resguardar su integridad física” la Justicia determinó su traslado a la Unidad Penal N° 4, más conocida como la Granja Yatay.

Este espacio se sitúa en el kilómetro 1.035 de la Ruta Nacional Nº 12, y en él se alojan internos que generalmente ya están cerca de cumplir sus condenas o gozan de salidas transitorias.