Como siempre nos han dicho, el fumar en estaciones de servicio es algo peligroso e inflamable. Y fue así que apenas lo encendió apareció una llama enorme que lo hizo saltar del susto. En medio de la desesperación agarró la manguera de la bomba y la quitó de la entrada del tanque de combustible, haciendo que el fuego se esparciera más. Ante esto tiró la manguera al piso, empeorando la situación ya que el surtidor seguía encendido y, por ende, seguía saliendo nafta.
En este marco, el ciudadano resultó, dentro de las malas decisiones anteriores, un afortunado, ya que las llamas no taparon todo el vehículo y pudo subirse al auto y correrlo del foco de fuego. Gracias a un operario de la estación el fuego se fue apagando debido a que activó el extintor.
El sujeto se encuentra en observación en un hospital, sin heridas de gravedad, pero con quemaduras.