Sin embargo, a pedido de las autoridades de los bloques del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio, los salarios fueron descongelados para que una vez más puedan ir “enganchados” con la paritaria de trabajadores legislativos, tal como era habitual.
Los salarios de los legisladores superan los $350 mil netos, a lo que se suman pasajes, gastos de representación y extras por desarraigo. Los diputados de las provincias más alejadas de la ciudad de Buenos Aires estaban entre los más descontentos debido a los gastos de trasladarse a la capital.
“Yo vivo de mi sueldo, no tengo otros ingresos a diferencia de otros diputados que son empresarios, que se pueden dar el lugo de rifarlo”, aclaró un diputado oficialista a Infobae, en referencia al libertario Javier Milei quien mensualmente sortea su dieta.
Debido al contexto social y económico las dietas de los legisladores están congeladas desde enero, por lo que advierten que el aumento del 30% las dejará muy por detrás de la inflación, calculada en un 100% anual.