Después de 12 días de angustia y desesperación, la Avícola Santa Ana logró que personal del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) tome una de las 200.000 aves para descartar o confirmar casos de gripe aviar. Los resultados se conocerían este mediodía. Además, la empresa también tomó muestras y las envió a un laboratorio privado para evitar suspicacias.

El juez federal de Corrientes, Juan Carlos Vallejos, ordenó ayer la toma de nuevas muestras en la avícola Santa Ana, luego de inspeccionar la granja, junto con personal del Senasa.

“Hemos ordenado la realización de una nueva muestra y ya está entrando el personal autorizado del Senasa a tomarla. De inmediato, se van a los laboratorios de Martínez, provincia de Buenos Aires”, dijo Vallejos en declaraciones a radio Sudamericana.

Estimó que “mañana (por hoy), después del mediodía, podrían estar los resultados y saber si hay casos positivos de gripe aviar en la avícola”, como lo informó el Senasa la semana pasada, a partir de lo cual ordenó sacrificar a 200.000 gallinas.

La empresa negó que el organismo nacional haya tomado muestras en los galpones donde están las aves y recurrió a la Justicia para frenar la aplicación del rifle sanitario

El juez visitó ayer el establecimiento. “Estamos muy contentos porque tenemos la posibilidad de mostrar lo que nosotros decimos”, dijo el propietario de la granja, Daniel Enciso, en declaraciones a Radio Dos.

El juez asistió al establecimiento este mediodía, junto con personal del Senasa y la Gendarmería Nacional

Enciso confirmó que las gallinas siguen sin presentar “síntomas de la enfermedad”. “No tenemos ninguna sospecha de que algún ave esté enferma” de influenza aviar, aseguró.

El propietario ratificó que la granja deberá desechar huevos y carne porque “ya está todo apilado, no da más la capacidad” de stock. “Necesitamos donar y movilizar esta cantidad de alimentos que tenemos, no queremos tirarlo en un pozo”, dijo.

Enciso aseguró que el Senasa los “está sometiendo a una asfixia financiera y un daño económico irreparable”, a partir de la detección de gripe aviar en el establecimiento, resultados que la empresa rechaza porque dice que el organismo “nunca” tomó muestras.

“El Estado, a través del Senasa, nos ordena, no dialoga”, se quejó.

El magistrado Vallejos, que admitió una acción de amparo presentada por la avícola para suspender la aplicación del rifle sanitario, requirió ayer a los ministerios de Producción y de Salud Pública, y a la Facultad de Veterinaria de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne) informes para avanzar en el caso.

Vallejos pidió que se determine, “en el plazo de un día, desde el punto de vista de la ciencia, si en una granja productora avícola en la que se hubiesen detectado muestras positivas para influencia aviar en aves, se puede realizar, sin riesgo para la salud pública, las medidas de extracción del guano y la comercialización de los productos derivados como huevos y carnes congelados”.