El tribunal dio por probada la acusación al considerar que hay suficientes elementos de prueba y que no hubo consentimiento en las relaciones por parte de la víctima. De esa forma, Alves deberá cumplir con una condena de cinco años de libertad vigilada tras salir de la cárcel y tendrá que indemnizar a la víctima con 150 mil euros por daño moral y lesiones. Además, debe abonar una suma de 9 mil euros por lesiones leves.
El juicio a Alves había comenzado hace 15 días y se llevó adelante en Barcelona. El acusado llegó al proceso oral tras haber estado un año con prisión preventiva y, según el dictamen de la justicia, una vez que cumpla con la prisión gozará de "libertad vigilada por otros cinco años y no podrá acercase a la víctima".
La Fiscalía reclamaba una pena de nueve años de cárcel para Alves y al tomar la decisión los magistrados de la sección 21 de la Audiencia de Barcelona tomaron en cuenta el relato de la víctima sobre los hechos y consideraron probado que el brasileño abusó de ella sin su consentimiento.
En su declaración durante el proceso, Alves se defendió al decir que la joven "no estaba obligada a estar allí" y enfatizó que habían mantenido relaciones consentidas. No obstante, la fiscal Elisabet Jiménez consideró que la denunciante presentó un "relato absolutamente creíble" desde que se iniciaron las investigaciones y aseguró que Alves usó la "violencia" para forzar a la joven , que sigue en tratamiento psicológico desde lo ocurrido.